Ha finalizado la primera quincena de julio y hemos sobrevivido. Sobrevivido a una ola de calor, luego otra de frio, tormentas, otra de calor, un sinvivir.

Ya comienzan a irse los primeros en llegar a disfrutar de sus vacaciones y se llevaran como siempre los recuerdos de los amigos con los que han compartido juegos y de los cuidadores con los que han pasado horas de absoluta libertad, sin jaulas y al aire libre, disfrutando de nuestras instalaciones , sin paseos marcados por el reloj y sujetos a tarificación y utilizando nuestra pista de 3.000m2 de cesped natural.

Que mas se puede pedir.